sábado, 13 de abril de 2013


Te has ido lejos... Como si eso me hiciese buscarte menos.

Capitulo setenta y seis:

“Abro la puerta e inspiro el olor a hogar. Dejo las llaves en la entrada y me dirijo a la habitación para dejar la maleta. Nada más entrar a la habitación suspiro y me tumbo en la cama. Cierro los ojos y dejo que mi cuerpo se relaje. Ha sido un viaje agotador pero no consigo dormir. Doy un pequeño giro y me pongo boca abajo, en mi posición, en esa con la que me es imposible no dormirme. Coloco el brazo bajo la almohada y vuelvo a cerrar los ojos. Me pesa todo el cuerpo.
Nada, es imposible, no consigo relajarme. Abro los ojos y miro fijamente la maleta. Por un momento tengo la tentación de levantarme y comenzar a deshacerla pero inmediatamente vuelvo a cerrar los ojos. No tengo ganas de nada. Sólo quiero dormir. De repente el sonido del timbre interrumpe mis pensamientos, me levanto de mala gana y casi grito al chocarme con la maleta. Es oficial, odio los viajes tan largos.
Me dirijo hacía la puerta repasando mentalmente si he podido dejarme algo en el taxis. Ni si quiera me molesto en mirar por la mirilla, abro la puerta. No me da tiempo a reaccionar, apenas abro la puerta unos brazos me rodean la cintura y me pegan a su cuerpo. Sonreí, lo abrace con fuerza e inspire su olor.
-¿Qué haces aquí? -dije sin poder borrar la sonrisa de mi boca mientras me separaba de él.
-Te echaba de menos -dijo apartandome el pelo, sin parar de sonreír.
-¿Si? -un poco más seria mientras cerraba la puerta-. No lo parecía...
-Cris... No empecemos, por favor -acercándome a él y acariciando mi cara-. Te he echado de menos, mucho. Y seguro que mucho más de lo que piensas...
-Ya, y por eso te vas mañana a León ¿no? -me cruzo de brazos y me aparto de él.
-Ya sabes que tengo cosas que hacer... -suspirando y comenzando a caminar hacía el salón.
-¿Y no esas cosas no pueden esperar un poco más? -observándolo, sin apartar la vista de él.
-Chiqui... No discutamos, por favor -sentándose y sentándose encima suyo-. Acabas de volver después de pasar unos días alejada de mi, yo mañana me voy... ¿No deberíamos aprovechar para darnos mimitos en vez de discutir ? -dijo colocando su mano bajo mi barbilla y atrayendo mi boca hacía la suya.
-No, no deberíamos -quitando su mano de mi barbilla antes de llegar a besarnos. No tendríamos porque volver a separarnos tan pronto si tú te esperases un par de días más para ir a León, asíque sí, discutamos.
-No, si eso ya lo hacemos. Es más, yo diría que es lo único que hacemos últimamente -apoyando la espalda en el sofá y suspirando. Estoy cansado de esto, Cris.
-Yo también estoy cansada, Dani. Estoy harta de todo esto -levantándome y poniéndome de pie. Parece que no soy parte de tu vida, parece que lo nuestro ya no te importa nada y yo ya no puedo más -intentando retener las lagrimas en mis ojos y apartando la mirada de él.
-Eh, eh, eh -levantándose y poniéndose a mi lado. ¿Qué quieres de decir? Te prometo que cuando el Intro acabe tendré todo el tiempo del mundo para ti, sólo te estoy pidiendo un poco de tiempo, sólo eso.
-Yo... -levantando la mirada y encontrándome con sus ojos lloros- lo siento, lo siento pero no puedo más.
-¿Qué quieres decir? -preguntó sin apenas voz.
-Quiero decir que es un ahora o nunca -me cruzo de brazos y le miro fijamente a los ojos.
Él baja la mirada e inmediatamente comienzo a llorar. Sé que todo a ha terminado, siento como que me falta el aire y noto arcadas que apenas puedo retener. Me siento vacía, inmensamente vacía, como las cuerdas que hacían mi mundo flotar se hubiesen partido en dos y mi mundo se hubiese desplomado en un momento. Vuelve a subir la mirada, y noto como literalmente, me rompo por dentro.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario