miércoles, 10 de octubre de 2012


"Te hundirá y me hundirá 
y solamente el grito nos servirá 
y ahora no es fácil, 
tú solías empezar."

Capitulo sesenta y dos:
Silencio. Solo hay silencio. Me muevo de un lado para el otro de cama, intento calmar el dolor. Me hundo entre las sabanas buscando un recoveco, un huequito donde perderme, donde recuperar mi mundo. Cierro los ojos y su imagen vuelve a mi cabeza, se clava. Su sonrisa, sus labios, sus ojos vacíos. No puedo dejar de pensar, busco una salida para este infierno. 

Enciendo la tele y comienzo a pasar canal por canal, busco una distracción. Mi mirada sube hacia el techo, mi mente comienza a volar.

"Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete Ocho días sin ella y ya siento como si me faltara el aire. Las ojeras se apoderan de mis ojos, apagan su brillo. Ella parece perdida, la noto tan lejos, estando tan cerca. Entra por la puerta una mañana más con la misma sonrisa, con los mismos ojos apagados, esos que al mirarme se siguen llenando de luz. 

La miro y ella apenas se molesta en apartar la mirada. Baja la mirada y vuelvo a releer el guión, el trabajo es el trabajo. Oigo su risa a lo lejos y vuelvo a levantar la mirada para verla enroscada en los brazos de Raúl mientras este hace girar su cuerpo. Siento mis estomago retorcerse y vuelvo a bajar la mirada.

Me siento indefenso, y comienza a cambiar mi humor. Ella se acerca, se sienta a mi lado. Yo me aparto y aumento la distancia entre los dos. Se gira, y yo evito su mirada. Sigo como la mirada en el guión, y la mente perdida en ella. 

Noto su mirada sobre mi nuca, yo sigo a lo mío, me niego a dejarla ganar. Oigo su silla aproximarse, y me alejo un poco más. Giro la cabeza y la miro como si del mismo demonio se tratase. Ella se congela, se queda quita, se limita a mirarme. Aparto la mirada una vez más.

Se levanta y se acerca hasta llegar enfrente mío. Giro la cabeza de nuevo, la miro, me levanto, y me voy. Salgo por la puerta y me dirijo al camerino, lejos de todo y de todos. Necesito dejar de actuar, y ponerme a pensar. Me estoy cansando ya de jugar.

Me siento en el sillon y a penas me da tiempo a comenzar a leer cuando ella aparece por la puerta con la mirada llena de furia.

-¿Se puede saber que cojones te pasa? -dijo cerrando la puerta y entrando en el camerino.

-Se pide permiso primero ¿no? -dije con la mirada en el guión.

-No me vengas con gilipolleces ¿Qué te pasa? -dijo acercandose a mi.

-¿Qué me pasa de que? -dije sin apartar la mirada del guión.

-¿Por qué te comportas así? ¿Por qué me esquivas? -dijo cruzandose de brazos.

-No sé de que me hablas -dije mirando de reojo a traves de espejo pero sin apartar la mirada del guión ni un solo momento.

-Sí, si sabes de lo que hablo, huyes de mi como si tuviera la peste -dijo clavando su mirada en mis ojos atraves del cristal.

-No sé de que me hablas -dije pasando la pagina.

-¿No sabes de que hablo? -dijo subiendo el tono del voz- eres un jodido niñato, cuando quieras dejar de ser un gilipollas me buscas y ya si eso hablamos.

-¿Niñato yo? -dije levantandome antes de que saliera por la puerta- hablo doña madurez.

-¿Qué, que pasa conmigo? -dijo cerrando la puerta y acercándose de nuevo a mi.

-Tú fuiste la que decidiste cortar, pero eso si, cuando pasan de ella la señorita se pone loquita, como no, la madurez al poder -dije cruzándome de brazos y sin bajar la voz.

-Te pedi un tiempo, tiem-po, ti-em-po ¿no entiendes o te lo explico? -dijo comenzando a gesticular- y creo que no va hacer falta que te recuerde el porque te lo pedí.

-Me lo pediste porque te dio la gana, nadie te obligo a nada -dije sin apartar la mirada de ella.

-¡Tú me obligaste! Ni si quiera sabias si me querías -dijo bajando un poco el tono de voz- y bueno, parece que ahora tampoco porque ni te dignas en mirarme, y mucho menos en hablar conmigo y decirme lo que sientes.

-¿Qué te diga lo que siento? ¿Realmente te importa lo que siento, Cristina? -dije sin ni si quiera mover un solo músculo- porque parece que sobro en tu vida, yo te veo feliz, como si nada. Bueno, como si nada, no, incluso más feliz.

-Tú lo que eres es un gilipollas dijo volviendo alzar el tono de voz- que tú no sepas lo que sientes no significa que los demás tengamos los mismo problemas, yo tengo muy claro que es lo que siento.

-¿Y qué es lo que sientes, Cristina? -dije acercandome a ella y dejando apenas unos milímetros de distancia.

-Pues que te quiero, joder, que te quiero -dijo descruzando los brazos y mirandome fijamente a los ojos- ¿y tú, que sientes?

-Esto siento dije mientras colocaba mi mano en su nuca y acercaba nuestros labios lentamente.

Nuestras bocas chocaron, despacio, con cuidado, disfrutando del tacto de nuestros labios. Sus manos subieron hacia mi nuca, mientras las mías viajaban hacia su cintura. Nuestros cuerpos chocaban, se pegan, se necesitaban. Mi suspiros se perdían entre los suyos. .Mi cuerpo, mi mente, mi alma le pertenecían."

Cierro los puños con fuerza y apenas puedo gritar para calmar el dolor. Las lagrimas comienzan a caer por mis mejillas mientras el dolor de mi pecho se iba más profundo. Duele, quema, pero me siento vacio, como si nada importarse. Solo quiero que esto acabe, que dolor se vaya. Solo quiero despertar de esta pesadilla de una puta vez Mi niña, por favor, despiertame.



3 comentarios:

  1. Que capitulo mas... que me deja sin palabras...

    Cuando empieza el capitulo y hasta los 3/4 de la conversacion he pensado, buenooo, la que se va a armar, ahi los dos, vacilandose, insultandose y joodiendose, y ademas no lo hacian a bien, lo hacian a ver quien era el fuerte, a ver quien podia mas, a ver quien conseguia que el otro se ablandara, pero como, el amor es un juego de dos, no puede ganar nadie, simplemente, ganan ellos...

    Y el beso del final? ESO ES MUY DSAHDKJSADHASKDHASK y perfecto, espero que el siguiente sea igual pero sin insultos y con amor, aun asi me encanta, te quiero cielo (:

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  2. Dios esa última frase ¿me quieres matar? no he llorado en todo el cap y cuando leo “Mi niña por favor, despiértame” llorando estoy.
    Enserio como puedes escribir tan bien, como puedes describir tan bien los sentimiento, joder me has dejado fatal, he sentido todo el dolor que está sintiendo Dani.
    Uff no se qué decirte de verdad, cada palabra que te escriba yo es insignificante comparadas con solo una línea de tu historia.
    Nada más que me encanta y por favor el siguiente haz que haya algún acercamiento que me vas a matar a llorar.

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  3. "Mi niña por favor despiértame" ¿Tu quieres regar todos los campos de España con mis lagrimas no? Te juro que se me hace un hueco en el pecho al oír a Dani y sentir esa impotencia que el trasmite...eres tan increíble escribiendo Chiqui que no tengo palabras para describir como siento casa sensación que ellos trasmiten, que tu trasmites, del capituo, me parece perfecto como ella va corriendo tras el y le dice todo lo que siente, y como explotan y se dicen que se quieren y se lo demuestran *_* esta historia me tiene loca y tú más... te adoroo! Romi

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