Es un secreto,no se lo digas a nadie.

Para Yoselyn,porque bueno,este capitulo solo podía ser para ella.

“Vivamos esta ilusión,

toda la vida de a dos.”

Capitulo cuarenta y dos:

“Sabes que me iria contigo hasta el fin del mundo…”

Fue lo unico que pude responder. ¿Sabeis ese momento en el todas y cada una de las palabras que conocen dejan de valer,en el que necesitas decir algo con todas tus fuerzas pero no te sale nada? Entonces solo puedes actuar…Un abrazo,una caricia,un beso…pero no palabras.En ese momento sabes perfectamente que cualquier palabra carece de valor.Mire a mi alrededor y busque las llaves del coche,necesitaba verla,lo de más me daba igual.Baje hacia mi cuerpo,seguia en calzoncillo.Comence a reir de puro nerviosismo y me dirigi a la habitación.Mi movil comenzo a vibrar.

“Hay otro regalo…”

“¿Otro? ¿Todavía más?”

Comence a buscar unos pantalones cualquiera con la esperanza de encontrarlos rapidamente entre la ropa sucia.Volví a sentir la vibración del movil pero empece a colocarme los pantalones antes de decidirme a abrirlo.

“Sal a fuera y lo veras”

Pare en seco la subida de los pantalones y me los deje por las rodillas.

“¿A fuera?”

“Sí,a fuera,en la puerta..”

Apenas pude terminar de subirme los pantalones cuando comence a corre hacia la puerta.Mierda,estaba cerrada con llave.Abrí el cajon de la entradita deprisa,volvi a parecer un niño.Me mire en el espejo me obligue a mi mismo a parar,a calmarme.Abrí la puerta despacio y me la encontre de frente,con una sonrisa en la cara.No deje que ella se acercara,tire de ella para acurrucarla en mis brazos.

-Felicidades –dijo con una sonrisa mientras se abrazaba a mi y dejaba besos en mi mejilla.

Yo no respondí,no podia,no habia palabras,se negaban a salir.La aparte de mi y roce sus labios con los mios,con pasión,con furia,con felicidad.Pegue su cuerpo todavía más al mio y alce mis brazos subiendola hasta mi altura,haciendo que sus pies se despegaran del suelo.Su boca jugaba con la mia,seguia me ritmo,lo intensificaba a la vez que unas pequeñas risitas salian de su boca.

-Estas loco –dijo mientras yo la volvia a depositar en el suelo.

-Por ti –dije mientras apartaba el pelo de su cara.

-¡Pero Dani! –dijo señalandome- ¿Cómo se te ocurre salir así con el frio que hace? Venga ¡entra a casa ya! –y se apresuro a empujarme hacia la puerta.

-Sí,mama –respondi con una sonrisa a la vez que me acercaba más a ella y cerraba la puerta.

-No soy tu madre –respondio dejando su bolso (que más que un bolso parecia una maleta) en el suelo.

-Eres la madre de mis hijos y la abuela de mis nietos ¿no? –dije acercandola aun más a mi y pegando nuestras frentes.

-Exacto –dijo con una sonrisa mientras entrelazaba sus brazos alrededor de mi cuello.

Uní sus labios con los mios.Esta vez con más calma,con más ternura.Pegandola a mi con sumo cuidado y mimo.Sus manos bajaron a mi cara y comenzaron a acariciarla.Me separe lentamente de ella y comence a besar su mejilla.Segui el camino de besos hasta llegar a su cuello,de forma tierna,dulce.Ella comenzo a reir y se abrazo a mi.

-Echaba de menos tu olor –dijo pegando su nariz a mi cuello.

-Yo te echaba de menos a ti –respondí atrapandola aun más entre mis brazos y depositando un beso en su cabeza.

-¿Te ha gustado mi regalo? –dijo separandose de mi con una sonrisa.

-¿El viaje a Paris o que estes aquí? –pregunte acariciandole la cara.

-El viaje a Paris es un regalo de Papa Noel,no mio –respondio con una sonrisa llena de ilusión,de magia.

-Entonces ¿cual es tu regalo? –dije pegando su frente a la mia de nuevo.

-Mi presencia es tu regalo –respodio mirandome fijamente a los ojos.

-Nunca me han hecho un regalo más bonito que eso –respondí mirandola fijamente.

No sonreíamos,no hablabamos,simplemente nos mirabamos.

-¿Si? ¿Entonces te gusta? –dijo poniendo la carita de ilusión de una niña.

-Bueno…-respondí alejándome un poco y cruzándome de brazos.

-¿Bueno? –pregunto ella sin entender nada.

-Hay un regalo mejor…-respondi apartando la mirada de ella.

-¿Cuál? –pregunto con un poquito de decepción pero sin apartar la mirada de mi.

-Tu presencia en mi vida,siempre –dije mientras comenzaba acariciar su cara- siempre –y ella comenzo a reir- todos los días.Se que no soy perfecto y tendre días en los que sea un imbecil y te entren ganas de matarme…pero quedate conmigo –pegue su frente a la suya- gritame lo imbecil que soy,chillame,pero no me dejes ir…

-¿Por qué? –pregunto con lagrimas en los ojos.

-Porque jamás me podría perdonar perderte…