lunes, 24 de septiembre de 2012


No me he acostumbrado a estar sin ti,
y decirle a todos que no estas,
poner buena cara y sonreír

Capitulo cincuenta y ocho:
La observo a lo lejos. Ella ríe y mueve la cabeza, muerde su labio. Sus ojos ya no brillan y apenas puede parar de moverse. Me acerco lentamente y observo mejor su mirada, no veo nada, absolutamente nada. Comienza a jugar con sus manos y mi mente comienza a volar al pasado.
Ella suspira, y casi noto el suspiro en mis labios. Estoy lejos, muy lejos. No literalmente, claro esta, estoy a escasos metros físicos, pero mi mente, esta muy lejos de allí, de aquí, de todo. Sus labios rozando los míos, chocando con fuerza contra mi boca. Una risa, una sonrisa, una carcajada, al separarse de mis labios. Un pequeño “tonto” susurrado.

Yo no estoy aquí, y ni si quiera intento volver. Ella se gira, y yo agacho la cabeza, esquivo su mirada. ¿Su mirada seguiría tan vacía al encontrarse con mis ojos? Suspiro y escondo mis manos en los bolsillos del pantalón. Noto como su mirada se clava sobre mí, me quema.

Me giro y suelto una pequeña carcajada. Juanpe no para de gesticular y a penas puedo seguirle el ritmo. Nacho me mira de reojo y yo me encojo de hombros. Oigo, pero no escucho. Golpea mi brazo suavemente y gira la cabeza para mirar hacia ella.

Me quedo inmóvil, no puedo reaccionar. Niego con la cabeza y sigo fingiendo que estoy activo en aquella conversación. Veo una figura regordeta aparecer a lo lejos y sonrio (con el corazón) por primera vez en la noche. Me acerco a él y me estrecha entre sus brazos tras soltar un pequeño “¿Cómo estas, Martínez?”

Otra de las cosas que tanto echo de menos, al gordo y su manera de hacerme sonreir. Su mirada se posa sobre mi con detenimiento, noto esa expresión es su cara, la misma que tienen todos desde hace unos meses. Sonrío e intento que parezca natural, ahora es cuando viene el “¿Cómo estas?” “¿La has visto?” “¿Ha hablado con ella?”.

Niego y rápidamente cambio de tema, hoy me apetece no pensar, así que hay una guerra en mi interior bastante peligrosa. Él sonríe y comienza a caminar, yo sigo sus pasos. Alzo la cabeza y la busco con la mirada, esta de espalda y observo su pelo caer hacia un costado cuando ella empieza a jugar con él. Lo tiene más largo; no, no, no, no puedes permitirte volver al ayer.

Bajo la mirada y comienzo a repasar mentalmente la actuación, apenas quedan quince minutos para que este todo listo y tenga que salir al escenario. Me giro y mi mirada choca con la de Mateo que se apresura a guiñarme un ojo. Sonrió, río, y por un segundo bajo a la tierra.

Pero no tardo en subir, en salir del lugar, en perderme entre mis pensamientos. Es la primera actuación del espectáculo, todos parecen relajados y yo apenas puedo ligar dos frases sin que su sonrisa se apodere de mi cabeza y me quite el sentido. Por lo menos, no estaré solo en el escenario. Vuelvo a mirar a Mateo y esta vez suspiro.

Él se acerca hacia mi y da unas pequeñas palmaditas en mi espalda. Sonrío, o por lo menos me esfuerzo en intentarlo, y comienzo a mover mis pies sin parar de observar el movimiento. Comienza hablarme, y yo me esfuerzo en escuchar.

Levanto la cabeza y la busco una vez más. No puedo parar de mirarla, necesito encontrar su mirada. La busco, pero no la encuentro, parece que a desaparecido. Alzo la cabeza, y miro entre la gente, ni rastro de larga melena castaña. Me giro y observo como Juanpe y Flo hablan animadamente.

De repente escucho una risa, y el mundo deja de girar. Siento como mis entrañas se retuerce y me empiezan a sudar las manos. Giro lentamente, y me chocho con su figura, refugiada entre los brazos de Mateo.

El mundo vuelve a girar, pero esta vez más con más fuerzas. Mi mente vuelve al pasado, mi cuerpo ya estaba allí. La veo, la observo, me duele. Como la primera vez, el primer encuentro, la primera sonrisa…

Pero esta vez, con el corazón roto.


2 comentarios:

  1. Hoy estoy un poco rara y no sé muy bien que ponerte, siento no poder comentar bien, pero dije que los comentaría y soy una chica de palabra.
    Estas cosas me pierden, estos saltos temporales, me vuelven un poco loca, pero es que hoy estoy muy espesa, aun así me encanta que Dani no pueda pasar sin mirarla sin ver su mirada aunque sepa que eso le hace daño y solo decirte que me encanta y en el próximo prometo comentar mejor.

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  2. Yo que esperaba un maravilloso capitulo tierno y romántico de esta historia que adoro, me encuentro con un capitulo que ha sido melancólico y triste pero que ha sido igualmente maravilloso *_* ...pero ¿tu te has puesto volvernos locas con esos saltos verdad? jeje...aun me vuelven loca estos saltos temporales,y necesito saber que ha pasado...pero aún así adoro infinito esta historia lo sabes ¿verdad? y la forma en la que tienes de describir los sentimientos de Dani, pero necesito mas YAAAAAAAA jejeje.Te adoro! Romi

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